Erwan DIDRICHE
Equipo de competición
Erwan nació el 12 de agosto de 1976 en la Alta Saboya. Lleva volando desde 1989 con una pasión que sigue siendo tan "apasionada" como siempre. Es licenciado en geografía y ordenación del territorio, pero acabó prefiriendo compartir su experiencia de vuelo y se hizo instructor de parapente. Hoy en día está especializado en cursos de vuelo de distancia, preparación para competiciones y es entrenador del equipo de la liga Auvergne Rhône-Alpes.
Sus principales pasiones son el parapente, por supuesto, y el motociclismo. Motociclismo para descubrir nuevas rutas pero sobre todo pistas intransitadas en Marruecos, España,... y de paso nuevos lugares donde volar.
Orientar sobre el material adecuado es una actividad que a Erwan le gusta practicar especialmente con sus alumnos y con los pilotos que se acercan a él en busca de consejos.
Su palmarés puede parecer un poco antiguo, pero regresó a la competición hace 4 años y va subiendo peldaño a peldaño en dirección al nivel más alto:
- Campeón nórdico en 2005 y subcampeón en 2006
- Subcampeón del Open de Kiwi 2006
- Subcampeón del mundo por equipos 2007
- Campeón de Francia en categoría Sport en 2019
- 17º en el PWC China 2020
- 5º en la fai2 abierta de la Reunión 2020
- 10º en la fai2 de Tenerife
¿Cuánto tiempo llevas volando?
Hice mi primer vuelo de altura el 31 de octubre de 1989, ¡¡¡y no he parado desde entonces!!!
¿Tu silla?
Para la competición y el entrenamiento tengo el nuevo Kanibal Race II. Para volar a lo loco, utilizo el Kliff II.
¿Por qué Kortel Design?
Porque es una marca de la Alta Saboya (74), formada por personas apasionadas por su volcar todo su saber en la fabricación de material a la vanguardia de la tecnología y optimizados para el tipo de vuelo que prefiera hacer cada piloto.
¿Tu mejor vuelo?
La última manga del Campeonato del Mundo en Australia en 2007. Fue la consagración de un trabajo de equipo en el que todos supimos dar lo mejor y ofrecer dos hermosas medallas de plata a Francia.
¿Algún proyecto?
Volver a competir al más alto nivel y tal vez tener ocasión de volver a volar un Campeonato del Mundo, que fue una experiencia extraordinaria.