Consideraciones sobre ... el plegado del paracaídas de emergencia

Cuando tienes que utilizar tu paracaídas de emergencia, ¡necesitas que sea lo más eficaz posible y se despliegue lo más rápido posible!
Pero el paracaídas en sí no es más que un eslabón de una cadena que hay que poner en marcha para conseguir el resultado final: es la llamada cadena de despliegue. Aquí intentaremos describir todos los elementos de esta cadena, su función y sus interacciones mutuas, para comprender un poco mejor el funcionamiento global. Cada uno de los elementos de los que vamos a hablar puede existir en diferentes modelos. Y aunque tomados individualmente sean perfectamente funcionales, pueden resultar ser el "eslabón débil" de la cadena de despliegue y provocar el mal funcionamiento del sistema. Por lo tanto, es esencial comprobar la compatibilidad de cada elemento con los demás eslabones de la cadena.

Hablemos el mismo idioma:

- Paracaídas de emergencia : Dispositivo formado por una campana y cordinos, y destinado a ralentizar la caída del piloto para que llegue al suelo a una velocidad suficientemente baja. El principio físico utilizado por este tipo de paracaídas es la resistencia aerodinámica que se crea por el descenso del paracaídas a través del aire.

- Cordinos : Sistema de líneas que dan forma al paracaídas de emergencia y le confieren sus características. Los cordinos son parte integrante del paracaídas.

- Contenedor interior : Envoltura de tela que mantiene plegado el paracaídas y permite liberarlo cuando se activa la cadena de despliegue.

- Asa de extracción: Asa ergonómica que asegura el cierre del contenedor exterior y permite lanzar el contenedor interior con el paracaídas dentro.

- Conectores : Textiles o metálicos, permiten una conexión segura entre dos elementos que componen el dispositivo de emergencia.

- Contenedor exterior: Compartimento integrado o no en la silla, y que permite albergar el paracaídas de emergencia plegado y metido en su contenedor interior. El asa de extracción mantiene cerrado el contenedor exterior.

- Bandas del paracaídas: Cintas o drizas textiles, utilizadas para conectar el paracaídas de emergencia a la silla. Las bandas pueden formar parte integrante del paracaídas de emergencia o ser desmontables.

- Solapas : Paneles que componen el contenedor exterior y permiten abrirlo y cerrarlo.

- Dispositivo de emergencia : Conjunto de elementos relacionados con el paracaídas de emergencia que interactúan entre sí y deben garantizar el correcto funcionamiento del sistema.

- Cadena de despliegue : Conjunto de pasos sucesivos que intervienen en el despliegue del paracaídas de emergencia, desde que se agarra el asa hasta que se lanza el contenedor interior.

Hay 2 fases principales: PLEGADO / INSTALACIÓN
Intentaremos descifrar las diferentes fases del plegado, y veremos en cada caso los puntos que hay que vigilar y a los que hay que prestar atención.

PLEGADO

Método de plegado

A primera vista, el plegado puede parecer la parte más complicada del proceso, pero al final será probablemente la más fácil. Todo lo que tienes que hacer es seguir las instrucciones del fabricante y los pasos de plegado descritos en el manual suministrado. Si no te apetece hacerlo tú mismo, no dudes en confiar esta tarea a un taller profesional que pueda hacerlo por ti por un módico precio. ¡A veces compensa quedarse tranquilo!
¿Por qué es tan importante seguir estrictamente las instrucciones de plegado dadas por el fabricante?
De hecho, está relacionado con la homologación y la prueba de resistencia estructural resultante: el paracaídas (lastrado hasta el peso máximo correspondiente) se deja caer por el aire. Cuando alcance los 40 m/s, un sistema activará la apertura y permitirá el despliegue de la campana en un tiempo determinado (x segundos) sin superar los 11G. Para superar la prueba, el paracaídas no debe presentar ningún daño estructural, ni desgarros / roturas / ... ya sea en el tejido, las líneas o las costuras. Por tanto, el diseño de los paracaídas debe permitir que éstos se abran con suficiente rapidez, pero también de soportar las fuerzas asociadas a la apertura. Con la búsqueda constante de materiales más ligeros, y de su uso en los paracaídas, los diseñadores se ven obligados a pensar en formas de reducir la tensión en la estructura durante la apertura. Los métodos de plegado con retardadores, recomendados por los fabricantes, permiten una apertura más gradual y, por tanto, una mejor amortiguación de las fuerzas. Esos "ralentizadores" permiten que el paracaídas se abra de manera más progresiva al absorber mejor las fuerzas durante la apertura. Estos retardadores, en algunos casos, también se recomiendan para garantizar una mejor estabilidad durante la apertura y una vez desplegado el paracaídas. Aunque somos conscientes de que las pruebas con el material son bastante estrictas y que nos dan un gran margen de seguridad, es mejor no jugar al aprendiz de brujo con el plegado de nuestros paracaídas de emergencia.

Puntos críticos que hay que vigilar
- Comprobar el estado general del tejido y de las líneas: desgarros, desgaste, humedad/moho, ...
- Respetar estrictamente las recomendaciones del fabricante disponibles en el manual de plegado.
- No olvidar dentro del contenedor interior ningún accesorio de plegado: cordino, pinza, pesa, maillón, etc.
- Plegar únicamente un paracaídas de emergencia si está perfectamente seco y libre de cualquier rastro de humedad.

Contenedor interior

El contenedor interior es una simple envoltura de tejido, que mantiene el paracaídas plegado como corresponde y listo para ser desplegado. A él va unida el asa de extracción que se fija al contenedor exterior y que se utilizará para la extracción y el lanzamiento. A pesar de su aparente sencillez de diseño, se adapta en forma y tamaño al paracaídas que recibe, y forma parte fundamental de las características de despliegue que se han probado para su apertura. Por tanto, la homologación es válida para una pareja "paracaídas - contenedor interior" inseparable. En rigor, un paracaídas que no se utilice con su contenedor interior de origen (salvo en casos particulares de homologación por el fabricante) pierde su homologación estricta. Corresponde al fabricante del paracaídas especificar las características técnicas (tipo, volumen) para un paracaídas de emergencia de terceros, que permitan utilizar ese paracaídas con total seguridad y mantener la homologación del mismo.
Veremos más adelante que, en ciertos casos, el asa y el contenedor interior forman parte de la misma unidad y no pueden separarse.
El cierre del contenedor interior se describe en el manual correspondiente, y se realiza generalmente con la ayuda de una goma elástica (fijada al contenedor interior) que abraza un bucle del haz de líneas. En caso de tracción, la goma elástica se suelta y permite la apertura del contenedor interior y que el paracaídas salga del mismo. Esa goma no debe ser demasiado fuerte para permitir la apertura aunque el tirón no sea importante (por el simple efecto del peso del paracaídas), pero tampoco demasiado floja, para evitar que simples movimientos de la silla abran el contenedor interior dentro del contenedor exterior. En caso de extracción, ¡te encontrarías con ¡un contenedor interior vacío colgando del asa!

Puntos críticos a tener en cuenta
- Asegurarse de que el contenedor interior es compatible con el paracaídas de emergencia.
-Verificar el estado del contenedor interior: que no presente señales de desgaste, roturas....
- Asegurarse de que el contenedor interior esté completamente seco antes de introducir en él un paracaídas de emergencia.
- Comprobar el estado de la(s) goma(s) elástica(s) de cierre.
- Comprobar el estado de los bucles de conexión del asa de extracción al contenedor interior.

NOTA :

Se recomienda comprobar regularmente que el contenedor interior esté bien cerrado, y ventilar y plegar el paracaídas al menos una vez al año, e incluso mejor cada 6 meses. De todos modos, observaciones recientes han demostrado que tras llevar plegado 3 meses, la velocidad de apertura de los paracaídas se deteriora significativamente. Por lo tanto, la recomendación ideal es ventilar y volver a plegar el paracaídas de emergencia cada 3 meses, para que la velocidad de apertura sea la máxima posible.

Ahora que tu paracaídas está perfectamente plegado en su contenedor interior, ¡veamos lo que viene después!

 

INSTALACIÓN

Bandas del paracaídas

Las bandas del paracaídas se utilizan para conectar el paracaídas a los puntos de anclaje de la silla. Pueden ser de 2 tipos diferentes, en función del paracaídas utilizado:
- Los conocidos como en "V", que permiten conectar los 2 puntos de anclaje al único punto de conexión del paracaídas. Es el caso de los paracaídas semiesféricos y de algunos cuadrados (o de formas variadas) cuando no se pueden dirigir. Como alternativa, es posible utilizar bandas de paracaídas de un solo cabo, que pueden agruparse en el punto de conexión del paracaídas.
- Las llamadas bandas en "H", que se instalan en los paracaídas dirigibles (u orientables) y que suelen estar integradas en la estructura del paracaídas. En estos, se debe tener cuidado de respetar los lados izquierdo y derecho durante la instalación.

Una cosa importante que hay que comprobar al montar las bandas es su longitud. Es importante comprobar que la longitud combinada de las bandas y del paracaídas (con sus líneas) sea menor que la longitud del cono de suspentaje del parapente. Como se explica en "Consideraciones sobre los paracaídas de emergencia", es importante que el borde de ataque del paracaídas no quede al mismo nivel que el centro de la vela, para evitar que se golpee al abrirse o que quede en una zona sin presión y tenga dificultades para inflarse correctamente. Esto depende, por supuesto, del tipo de parapente y de paracaídas (longitud de los respectivos conos de suspensión), pero para simplificar se recomienda utilizar bandas de paracaídas de unos 120-130 cm.

Puntos críticos que hay que vigilar:
- Comprobar el estado general de las bandas: limpieza, desgaste, abrasión, estado de las costuras, bucles de conexión.
- Comprobar que la longitud de las bandas sea la adecuada para el paracaídas y el parapente (ver dibujo). Una longitud de 120-130 cm suele ser adecuada.

Conectores

Si los elementos (silla/bandas/paracaídas) del sistema de emergencia son independientes, tendrás que hacer 2 uniones: "silla a bandas" y "bandas a paracaídas". Cuantos más eslabones tenga una cadena, mayor será el riesgo de que falle uno de ellos. Por lo tanto, el número de conectores de estos eslabones debe limitarse al máximo. Muy a menudo, es posible hacer una conexión mediante un nudo de alondra. Todavía hay muchos prejuicios sobre esta conexión, pero si se hace correctamente no hay ningún problema de seguridad. Así es como las líneas de tu parapente se conectan entre sí, y a veces incluso a las bandas (en parapentes ligeros de montaña).

Es importante limitar la torsión de las cintas para mantenerlas lo más planas posible, y apretar muy bien el nudo para evitar que se afloje. No obstante, es esencial realizar inspecciones visuales periódicas para detectar cualquier problema.

Si tienes que utilizar un conector de terceros, tendrás que elegirlo de acuerdo con los siguientes puntos:

- Carga de trabajo:
Los conectores son los únicos elementos que no están sujetos a ninguna norma. Por lo tanto, no existe una resistencia mínima impuesta a estos dispositivos. Además, las diferentes normas existentes (silla / parapente / paracaídas) no son necesariamente homogéneas entre ellas sobre estos puntos "comunes" que quedan por tanto poco concretados... Para simplificar, y evitar cualquier riesgo inútil, se recomienda utilizar un conector cuya carga máxima sea superior o igual a 24KN. ¿Por qué? Sencillamente porque es el valor más alto de las tres normas existentes, y es válido incluso para biplazas. Con un conector de esta resistencia, no hay duda de dónde se puede utilizar. La carga máxima de trabajo se marca directamente en el conector cuando es posible, o, en los conectores flexibles, en una etiqueta cosida a los mismos.

- Forma:
Para que el conector tenga su máxima resistencia, es esencial que pueda trabajar en su eje principal. Por lo tanto, no debe poder desplazarse lateralmente durante las distintas manipulaciones, y especialmente cuando entre en carga. Para ello, lo más sencillo es disponer de un conector adaptado a los distintos elementos que tendrá que conectar. Las anchuras de las cintas y de las bases de los conectores deben ser lo más parecidas posible.

También puede ser útil bloquear la posición de las correas con una junta tórica, por ejemplo(Vídeo).

- Estabilidad / Fiabilidad:
Cada conector tiene sus características óptimas cuando está correctamente bloqueado. Recuerda que estos conectores suelen estar ocultos, y no siempre es fácil comprobar que estén correctamente bloqueados. Por lo tanto, es importante elegir conectores cuyo cierre pueda verificarse a lo largo del tiempo, o encontrar una forma de hacerlo. Evita los adhesivos que puedan dejar restos de cola y disolventes, poco recomendables para la vida útil de los elementos textiles (cintas, cordinos, etc.). Es preferible utilizar soluciones "caseras" como, por ejemplo, un trozo de cámara de bicicleta. No obstante, es imprescindible realizar una inspección visual periódica para detectar posibles problemas.
Como siempre, no existe una solución milagrosa y tendrás que encontrar la más adecuada para tu material.

Puntos críticos que hay que vigilar:
- Comprobar la carga de rotura declarada.
- Comprobar el estado general del conector:
- Si es metálico: desgaste, marcas de corrosión, que el cierre rosque con fluidez.
- Si es textil: vaina protectora dañada, rastros de cortes, rastros de quemaduras.
- Si se trata de una conexión mediante un nudo de alondra, comprobar que esté correctamente hecho (cinta plana, nudo bien ceñido).
- Si está cosido de origen, comprobar el estado de las cintas y de las costuras.
- Asegúrate de que la forma del conector sea adecuada para la anchura de las cintas en cuestión.

Recorrido de las bandas

Por lo general, las bandas se guían desde el contenedor exterior hasta los puntos de conexión a través de un conducto. Este conducto aísla las bandas del paracaídas del exterior y evita cualquier riesgo de enredo con otros elementos ajenos al sistema de emergencia. El cierre suele hacerse con velcro o con una cremallera que pueda abrirse al no estar cerrada en su extremo inferior, lo que permitirá una apertura rápida y una liberación limpia de las bandas del paracaídas. Es importante comprobar periódicamente que nada pueda impedir el correcto funcionamiento del conducto que albergue las bandas y, en particular, que pueda quedar completamente abierto para que las bandas puedan desempeñar perfectamente su función. En el caso de un contenedor ventral con un conducto conectado a la silla, es importante asegurarse de que al instalarlo dicho conducto quede por el exterior del cordino del acelerador, para que en caso de lanzar el paracaídas, dicho cordino no interfiera con la salida de las bandas del paracaídas de su conducto guía.

Puntos críticos que hay que vigilar
- Comprobar el estado del velcro, la cremallera o el sistema de cierre en general.
- Comprobar que el conducto de las bandas se abra suavemente y sin bloqueos.
- Comprobar que el conducto se abra por completo, para que las bandas se liberen correctamente.

Contenedor exterior

El contenedor exterior es el hueco que albergará el contenedor interior y parte de las líneas del paracaídas (véase el manual de plegado). Puede estar integrado en la silla o ser completamente independiente y conectarse a la silla (contenedor ventral). Las bandas del paracaídas se guían hacia la silla desde sus puntos de enganche mediante el conducto suministrado. Su función es mantener el contenedor interior y las líneas del paracaídas en la mejor posición en caso de extracción. Debe adaptarse en forma y volumen al paracaídas que se esté usando, o ser ajustable para que se ajuste lo mejor posible al paracaídas. Un paracaídas demasiado pequeño para el contenedor exterior puede hacer que las líneas se muevan y se enreden, ¡o incluso que se abra el contenedor interior! Un paracaídas demasiado grande para el contenedor exterior puede dificultar la extracción. El contenedor exterior Suele disponer para su cierre de una o varias solapas que se mantienen cerradas con el asa de extracción. Al tirar del asa, se creará una abertura lo suficientemente grande para que el paracaídas, dentro de su contenedor interior pueda salir fácilmente. No debe permitirse que ningún elemento de diseño del contenedor exterior obstaculice o ralentice la salida del contenedor interior.
Para superar estos problemas de compatibilidad, los fabricantes de sillas ofrecen ahora conjuntos de "contenedor interior y asa de extracción" que se adaptan perfectamente al contenedor de la silla.

En este caso, es necesario sacar el paracaídas de su contenedor interior original (probado y validado en la homologación) para introducirlo plegado en el contenedor interior específico para esa silla. Esta operación no es tan sencilla, ya que requiere desplegar parcialmente el paracaídas y darle la forma necesaria para que encaje en el nuevo contenedor interior. Es importante asegurarse de seguir al pie de la letra las recomendaciones de plegado originales, ya que son las que han sido probadas y validadas y las que mejor garantizan el despliegue óptimo del paracaídas de emergencia.

Puntos críticos que deben controlarse:
- Comprobar el estado general de la estructura del contenedor: integridad del tejido, limpieza, ausencia de humedad.
- Comprobar que el volumen del contenedor de la silla y del paracaídas de reserva coincidan. Ajustarlo si es necesario (sistema de ajuste).
- Comprobar que no haya daños en ningún elemento del cierre del contenedor exterior: ojales metálicos o textiles, sistema de cierre, varillas de cierre, pasadores metálicos, imanes, velcro, etc.
- Comprobar que ninguna herramienta utilizada para cerrar el contenedor (cordino, varilla plástica...) se haya dejado puesta, pues interferiría en una correcta apertura del contenedor exterior.

Asa de extracción

El asa es el elemento final del plegado del paracaídas de emergencia, y será el primer eslabón de la cadena de despliegue. Es inseparable del contenedor, esté o no integrada en la silla, y tenga o no  un contenedor interior específico conectado a ella. Es el asa la que permitirá la apertura (y el cierre) del contenedor exterior, la extracción del paracaídas dentro de su contenedor interior y el lanzamiento del conjunto que dará lugar que el paracaídas se despliegue. Se compone de un asa de agarre (de tamaño y forma variables), varios elementos que permiten el bloqueo del contenedor (pasadores, varillas plásticas), y una cinta que permite conectar el asa al contendor interior. Esta cinta es muy importante, ya que permitirá la apertura del contenedor y un lanzamiento eficaz. Si es demasiado corta, el contenedor interior con el paracaídas hará tope contra las solapas antes de que el asa pueda abrirlas por completo. Si es demasiado larga, el contenedor exterior se abrirá con facilidad, pero el lanzamiento puede resultar menos eficaz debido al gran brazo de palanca ejercido. Además, una vez completado el lanzamiento, el asa en el extremo de su cinta puede enrollarse más fácilmente alrededor del haz de líneas y ralentizar (o incluso impedir) la apertura del contenedor interior y la liberación del paracaídas. Es imperativo que la conexión entre el contenedor interior y el asa sea lo más corta posible para permitir la apertura del contenedor. Dependiendo de la posición del contenedor interior en el contenedor de la silla, el punto de unión de la cinta al contenedor interior puede desempeñar un papel importante en la extracción. Los contenedores interiores especiales ofrecen una solución óptima, ya que el contenedor interior, la cinta y el asa están diseñados de forma óptima para el contenedor exterior utilizado. Una vez se ha fijado el asa en su sitio, cerrando el contenedor exterior, la norma para sillas exige que la fuerza que debe ejercerse sobre ella para extraer el paracaídas del contenedor exterior sea de entre 2 kg y 7 kg. Esta prueba ha sido validada en una silla que haya superado la norma EN 1651, pero siempre es interesante comprobar si, al cabo de cierto tiempo, se sigue dentro de estos valores, sobre todo en contenedores ventrales (que no van integrados en la silla) que rara vez se someten a estas pruebas. El tiempo puede afectar a ciertos elementos del sistema de cierre del contenedor, como a las gomas, que pueden perder rigidez con el uso y dejar de sujetar el asa en reposo con la suficiente firmeza.

Puntos críticos que hay que vigilar
- Comprobar que el asa se adapte bien al contenedor exterior utilizado.
- Comprobar el asa: integridad del asa en sí, signos de desgaste, sistema de cierre (pasadores metálicos, anillas, velcro).
- Comprobar la cinta de conexión: integridad de las costuras, estado de la cinta, limpieza, signos de desgaste.
- Asegurarse de que la longitud de la cinta sea la adecuada para ese contenedor interior y el contenedor de la silla (o el contenedor ventral).

 

CONCLUSIÓN

Si tienes que utilizar su paracaídas de emergencia en una situación real, lo último que necesitas es hacerte mil preguntas...
- ¿Están bien ancladas mis bandas?
- ¿Cuánto tiempo lleva plegado mi paracaídas?
- ¿Se abrirá bien el contenedor?
- ...
Por eso es importante conocer bien tu sistema de emergencia para entenderlo y que puedas realizar tú mismo la mayoría de las operaciones. Este conocimiento también te dará confianza para utilizar el paracaídas en una situación real.
- Estudia tu material, conócelo.
- Hazte preguntas.
- Piensa en lo que podría salir mal e intenta encontrar una respuesta adecuada.

Pon tu silla en un pórtico, siéntate en ella como si estuvieras volando y simula una extracción del paracaídas de su contenedor exterior. No suele ser necesario lanzarlo de modo que se abra el contenedor interior, lo que requeriría volver a plegar el paracaídas. Puedes, por ejemplo, hacer que alguien recoja el contenedor interior y que tire de las bandas hasta que estén bajo tensión y abran el conducto hasta llegar a los puntos de anclaje de las bandas a las hombreras de la silla. Comprueba que todo está bien y, si no es así, intenta identificar el problema y averiguar cómo solucionarlo. Repite la operación varias veces, probando diferentes configuraciones:
- Agarra el asa de diferentes maneras.
- Tira del asa en diferentes direcciones (hacia adelante, hacia atrás, hacia arriba, hacia abajo, de lado, ...).
- Tira del asa lentamente, o rápidamente.
- Simula lanzar el paracaídas dentro de su contenedor interior (con tu ayudante) en diferentes direcciones para ver si las bandas salen fácilmente de su conducto guía.
Sé un poco paranoico, y considera todas las situaciones a probar, incluso las más improbables. Recuerda que estás sentado tranquilamente bajo un pórtico y que te faltan muchos parámetros difíciles de simular: emociones, fuerza centrífuga, turbulencias, fatiga, ...

La cadena de despliegue de un paracaídas de emergencia implica muchos eslabones, que deben ser eficaces individualmente, pero también colectivamente entre sí. Si descubres que algunos elementos son incompatibles entre sí, no debes dudar en invertir en el equipo adecuado. Nada debe dejarse al azar.

En caso de duda, se recomienda, por supuesto, buscar asesoramiento y orientación profesional.

Elige el tamaño del paracaídas manteniendo al menos un 15% de margen con el peso máximo indicado por el fabricante. Existen grandes diferencias en la densidad del aire en función de la altitud y la temperatura. Las medidas tomadas durante la homologación se llevan al nivel del mar y se calculan en una atmósfera estándar. La parte más difícil tras perder el control del parapente es decidir si lanzar el paracaídas. Si tienes que lanzarlo, recuerda una cosa: lánzalo lo más fuerte y más hacia afuera posible. Hacer con regularidad el gesto de llevar la mano al asa, así como airear y plegar tu paracaídas cada 3 meses es la mejor manera de ahorrar preciosos segundos.

Marc BOYER

Leyenda del parapente,SOARING